El amor siempre prevalece y no vence
porque no hay nada que vencer cuando
lo eres todo.
¡Oh amor! Tan sencillo tú, tan
complicados nosotros... Regocijo estoy
en ti y en mí y en nosotros.
Ama sin conciencia ninguna y
desenvuelve tu alma
Quietud y paz del ayuno corre y llama al labrador que recoja aquellos frutos del invierno que pasó. Al día largo le da el sol, en mi ser yo...
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