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La joven solitaria - Microrrelato.


Ella estaba sentada en el puente romano aprovechando la luz del sol para leer un libro. A su lado un joven pobre y pacífico hablaba consigo mismo en voz alta sobre el desamor de su madre, los castigos de su padre y dirigiéndose a ella gritó:

-      ¡Los topos son verdad! ¡los topos son verdad! -exclamó con locura en sus ojos mirando a la joven que se iba-.

Pero claro, esto se lo escuché decir anoche a esa joven que al igual que yo ahora, también hablaba sola. 

XI-2020

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