Tengo una herida en la pierna y no sé por qué está. No tengo una explicación de su aparición. He decidido que es la herida de la locura. He decidido que ha aparecido de la nada, sin razón ni finalidad. Cada vez que la veo es la ocasión perfecta para dejar de buscar. Es una herida, igual que el resto, sin causa ni efecto. Locura esa es el movimiento.
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Soneto en Ayuno
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