Arena fina, tus ojos
y tus besos me dormían
tus besos me despertaban
y el lucero vespertino
asomaba en la alborada.
Pies danzantes en las mantas
y las lenguas son el agua
de este río iluminado
por la luz de tu ventana
y en ella, un gorrión,
el ave matutina
que cantaba sin palabras.
No sé si vas recordando
¿recuerdas?
El colchón mejor al suelo
para al unirse los cuerpos
poder subir alto al cielo
traspasando -la carne con la carne-
los límites del techo
y linde de las paredes
¡qué bien lo pasamos!
¡Tres!
La unión, el despegue
pegados, boca a boca,
amor, visión, me mirabas
¿recuerdas?
Arena fina, tus ojos
olor a nenúfar vivo
en las flores de tu cuerpo.
¡Dos!
La sangre de la carne
quería ir al otro
a no sé dónde lugar, otro,
y sólo entiende de imanes
de hogar, de animales.
¡Uno!
Eso era mil, un abismo
entre dos cuerpos
precipitados al vacío
que todo lo llena,
tu ignición, mi ignición
¿recuerdas?
El grito, la risa y el llanto,
la lágrima viva: neorománticos.
¿recuerdas?
Ahora el tiempo ha erosionado
La gota de cada día ha removido
La tierra de cada rato, sus lombrices agrias,
Ya no hay ansia en mí
Por volver a verte a ti,
Ahora sólo… ahora sólo.
Ahora el tiempo me recuerda a las fauces de un invierno infinito y largo.
La primavera no la espero,
Ahora es sólo un fugitivo recuerdo, un sueño.
¡Ay el tiempo! Te esperé y te espero.
Te esperé durante muchos mecheros gastados y sucios
Que lo único que encendían era la llama del vicio
Y el temor del alquitrán.
Y con ansias me pegué a un cigarro por no poder
Tomarte a ti. Y sí, ya no fumo, querida, ya no fumo
Y puedo decir, que estoy escuálido
Famélico y vacío. Ya no soy ni polvo ni nada, humo…
Un mechero vacío. Pero yo siempre quise ser una llama de amor contigo
Y no pudo. Y el tiempo no pudo y
La distancia no ayuda
Y tal vez no todo lo puede
Pues aunque se diga que el amor todo lo puede
Ahora ya no somos nada
-de lo que fuimos-
Ahora ya no somos nada
-de lo que pudimos-
Ahora ya no somos nada…
Recuerdo arena fina, tus ojos
que en el tiempo erosionan la
lágrima fácil, mis ojos,
ojo, qué ojos, tus ojos...