Seguir

Soledad compartida

 Así como el Dulce sabor del néctar en la mañana
O el frío desencuentro con el sol a la tarde, cuando ya se va,
Mi vida es un instante que dura

Que se estira y encoge 

Y se rompe cuando

La espiral busca encontrarse en

El abrazo fortuito del lento aleteo 

O del canto fúnebre. 


Sobre si se consigue o no el encuentro silencioso entre dos almas, eso, 

Sobre eso no es aquí el lugar ni el momento para resolvelo. 

Si me entiendes te encuentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Oda a Malta (Versión extendida)

¡Oh, Malta!   Hija de la barriga   que place hinchada,   gran amante de la vida,   hija de la cebada   y de tu madre la espiga.   ¡Oh, Malta...