Seguir

Sobreviviendo al pesimismo

 Granada entera, la juventud y personas que han 

crecido pero siguen siendo los mismos

supervivientes, las mismas personas que se

aman a veces a sí mismas y

a los demás casi siempre.


La noche despierta, los garitos y

un micro abierto, la música

canalla y conversaciones entre

desconocidos que confían si se piden

fuego, si se escuchan

y se regalan consejos.


Los regalos, un dibujo y comidas

en una terraza, el baile y la

mirada simple que observa lo que pasa

y lo que pasa.


Pelos despeinados, amistad, familia encontrada

lejos, muy lejos del hogar y los sonidos

del árbol que enraíza en la difícil tierra

yerma de la ciudad, el campo, la periferia de

un centro que nadie sabe dónde está.


Los recuerdos de lo sucedido en un lugar y

otro y otro lugar y otra y otra memoria.

La resaca con amor y la ansiedad

que se sobrelleva en compañía o en el agradable

silencio compartido.


La risa, los disfraces y una broma

que sobresalta hasta a quien

se creía triste hasta ahora.


El sentimiento sea cual sea, la resistencia

de quien ha conseguido rendirse, un

cuerpo que ama lo que es y

decide decidir seguir aquí.

Amor, en definitiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Poema Amargo

Mil recuerdos y una rumia que acompaña este desierto y otra ruina de Ozymandias del pasado en el letargo que es  amargo . Todo suma recordan...