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Sobre La Locura


-Esto no es poesía-

Es que, desde que nacemos
Nada tiene sentido:
Vivir es contradicción,
Pasar el tiempo es acción,
Dios es un relojero
Que cargando nuestras pilas
Carga a su mula con vida
Que recuerda el tiempo perdido
Vagando en este loquero
Que nuestra madre nos dio.

Donde lo casual, el destino y el recuerdo,
Es donde emerge en un cuerdo,
La locura en satisfacción,
Crítica y especulación
Para aquellos que te observan
Riendo y llorando a la vez
Sabiendo que tú estás loco,
Con mirada perdida o de pez,
Mirando los ojos muertos
De aquellos seres humanos
Que viven en la vejez.

Todo pasa por nada
Y sin saber por qué pasa
El loco sigue viviendo.
La vida vacía es su casa
En la que el loco construye
Realidad, deseo y sueños
Para pisar en el suelo
Y no caer al vacío
De este desierto frío
En el que vivimos los locos.

‘’Protagonista de tu propia vida’’,
Eso sabe aquel de ojos perdidos,
Perdido en la realidad,
Que él mismo construyó
En su mundo, solo,
Sólo con él mismo habla,
Sólo con él mismo llora.
Pues sabe que uno sólo no son dos,
Añora los tiempos pasados,
Dónde la loca infancia soñó.

Al amanecer no lo nota,
A mediodía lo rechaza,
Es a la tarde cuando nace
Y hace del sol una imagen
Para creerse aurora,
Para ver en los ojos,
Ajenos a él, la reciprocidad,
Que nunca llega,
Que nunca ve.
Él se engaña o explota.

Llega la noche,
Se arropa, se hace chico.
Nunca le miran, ahora menos.
Se agarra a la manta,
Ojos cerrados, se ve bicho.
Ve que le ven, tiene miedo.
Se agarra a la noche,
Confía en su vida
Y arropado con mentiras
Para salvarse: piensa en flores.

Pero no todo es oscuro,
Por fuera en sus adentros
Hay luces y margaritas
Viviendo por un embrujo,
Que beben uno entre cientos,
Grita y se desnuda siempre
Entre afiladas miradas.
Brillantes son sus ojos
Habla con purpurina
El surrealismo del mono.

El loco amor del loco
La locura se lo come.
Cuando la locura te come
Y dejas de poder llamarte,
La locura mala, -que yo digo-
Abunda y mueres.
Pues de la que hablo y
Defiendo, es de la locura,
La buena, la vitalista,
La epístola de loca cordura.

El azarías: Azar locura la mía.
Matar a otro ser humano,
Por amor a un animal,
Milana bonita -acaricia-
Con micción en sus manos.
Esa sonrisa sin dientes,
Ese surrealismo humano,
Ese bostezar y suspirar,
Sabiendo que la tierra mía
La razón me ha robado.

Amante del dadaísmo
La piedra roseta del todo,
Las piedras tienen vida
Y con los pies en el lodo:
Locura todo lo cura.
Fango que me sube y me coloca
Una vez dentro, sales
Lo ves todo sucio, limpio.
Es decir, la locura es esas gafas,
Que te pones y no te puedes quitar.

Es la locura
Suave vital confianza.
La locura te adormece,
Al son del sol que anochece
La intención de observar.
Oscura racionalidad
Ciertamente apagada.
Ubres explotan y derraman
Ramos de margaritas
Abrazando nuestro mundo, Madre Tierra.

El pleno arrepío,
La fatalidad de morir,
Llorar y ser bella,
Lo bueno de vivir,
Llanto que no consuela,
Grito que degolla,
Aullido que pide ayuda,
Escritos que no se leen,
Comida que se pudre,
Locura, sobre la Locura.

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