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Aquella flor en el alquitrán.

Frío, mucho, mucho frío.
Sin embargo, nace la risa,
el amor, la belleza y lo bello, el arte.

Mas templado me regalan con madera,
dos plantas de conocimiento en el más deshumanizado Madrid.

Tras aquella perfomance, la unión con la vida.
¡Mil veces hay que repetirlo!

Y junto a la mística de calle, calles que hablan,
aparecen las dos Españas,
luchando, con el barro entre los pies,
pero esta vez, mientras uno ríe y otro
sonríe,
una mujer, feliz, desea buena tarde.

Agradezco vivir.

23/11/18

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