Dime, Calíope, y dejate de mitos
¿Quién dará de comer a los árboles?
¿Por dónde brotará el agua de los Dioses?
¿Cómo cuidaré yo a los bichitos?
Si siempre que te miro, te noto fría
Siempre, Penélope, triste, dando voces
Que coses felicidad por el día
Y siempre por la noche la descoses.
Deseo y te imploro con gran humildad
Que seas curiosa y fuerte en voluntad
Y que descubras a Odiseo sin reproches.
Que el enfado de sustancia sea leve
Que a lo bello lo valores siempre
Y que ojalá algún día te tornes noche.
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