«Si elijo una letra , que sea siempre la A»
Tras varios años, hablé con ella, la abracé.
Años de amor, locura y vida casi sin ella.
En un abrazo, mis manos susurraban a su pelo
quédate
no puedo, me decía con las suyas.
Que mal esto del tiempo y el pasado, aunque bueno,
rápido, cierra los ojos y que no acabe,
se va a acabar y no te quiero soltar
lo sé, decían las lágrimas de mi mano al pelo
de su espalda.
Aunque al final siempre es un hasta luego.
Te quiero siempre, por enseñarme que el tiempo no es unidad de medida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario